lunes, 31 de mayo de 2010

El conocimiento exige existencia de elementos: (i) externo al sujeto, (ii) propio del sujeto - el conocimiento nace de ciertas formas o criterios ordenadores que el sujeto impone al mundo -.
Lo intuido en espacio y en tiempo, son representaciones, que no tienen existencia propia e independiente: "Idealismo Trascendental". Aquello que se encuentra fuera se llama noúmeno.
El conocimiento se compone de tres niveles sucesivos: (i) la sensibilidad, se encarga de ordenar en espacio y en tiempo, las impresiones de cada sujeto; (ii) el entendimiento, cuya función es organizar impresiones a partir de categorías que permiten constituir juicios; (iii) la razón, el sujeto aprehende estos juicios y trata de relacionarlos con la realidad para buscar principios generales - marcada por las formas a priori - .
Las ideas de la razón son tres: (i) alma, unifica los fenómenos procedentes de la experiencia externa bajo el nombre de yo; (ii) mundo, agrupa fenómenos de experiencia externa al sujeto; (iii) Dios, abarca tanto los fenómenos internos y externos, es decir, la idea de Yo y la idea de mundo. "Suposiciones del ser humano por encontrar lo incondicionado". Sin embargo, al ser a priori y no estar basadas en la experiencia carecen de estatuto científico.
Si hasta entonces el problema del conocimiento hacía girar al sujeto en torno al objeto, la propuesta invierte esa relación y hace que sea el objeto el que deba adecuarse a las condiciones del sujeto. Las formas de captar la realidad son universales.